Todos los años hay una convención del grupo de influencia pro-israelí que se conoce por sus siglas en inglés como AIPAC. Y los dos partidos, tanto el demócrata como el republicano, siempre le dan una gran acogida a este grupo de influencia enorme, incluso clasificando las actividades que cuestionan las acciones asesinas de ocupación contra los palestinos como actos antisemitas, a pesar de que hay un reconocido grupo en Israel que lucha por la paz y por un fin a la ocupación, incluyendo a Gideon Levy, el disidente que publica el reconocido periódico Haaretz.
En un discurso reciente pronunciado ante esta convención anual,la torpeza moral de la Sra. Clinton se despliega ampliamente. Como lo ha hecho siempre, prometió continuar de forma unilateral con una gran actitud bélica si se convirtiera en presidente. No habló para nada del hecho de que el estado de Palestina casi ha dejado de existir debido a que Israel ocupa y ha colonizado casi todo el territorio nacional, saqueando y apropiándose del agua y la tierra, cometiendo atrocidades contra los palestinos, y continuando el bloqueo de Gaza, que es en realidad una de las cárceles al aire libre más grandes del mundo.
No habló para nada del hecho de que a diario los soldados y civiles israelíes incitan a los palestinos a la violencia, o del apoyo masivo en término de armas letales proporcionadas por los Estados Unidos, en montos anuales de cuatrocientos mil millones de dólares. La tasa de comparación entre las agresiones y muertes a los palestinos, incluyendo niños y ancianos inocentes, y las víctimas israelíes es de 400 a 1. Cuando la Sra. Clinton da estos discursos rimbombantes parecidos a los de los candidatos republicanos, y acusa por ejemplo a los que estamos involucrados en el movimiento de BDS (boicoteo, desinversión y sanciones) de antisemitismo, ella no habla del habla racista y belicosa de los israelíes que buscan exterminar a todos los palestinos. La Sra. Clinton jamás menciona ni las atrocidades ni las muertes horrorosas de palestinos inocentes, en sus propias casas, en las escuelas y en los hospitales, condenadas por el Consejo de Seguridad y por casi todos los países del planeta. Una vez más, la Sra. Clinton se encuentra en el lado equivocado de la historia.
Varias de las organizaciones a las que pertenezco participan del movimiento de BDS para terminar con la segregación racial o sistema de “apartheid” de Israel contra Palestina, que incluye la participación de muchos judíos que luchan por terminar con la opresión de los territorios palestinos ocupados. Enviamos cartas a los periódicos, ponemos volantes en los parabrisas, marchamos y nos reunimos e intentamos educar a la población sobre el boicoteo de firmas como la Hewlett Packard, Caterpillar, Sabra Hummus y otras empresas que se enriquecen de productos cultivados en tierra ocupada, por ejemplo, o que construyen prisiones o armas que luego se utilizan para el asesinato o la opresión de los palestinos. Incluso el año pasado participamos en el bloqueo al desembarco del buque Zim en el puerto de Oakland.
La Sra. Clinton y muchos otros en los Estados Unidos hablan en contra de Irán pero no hablan de nuestra participación en el golpe de estado contra Mohammad Mosaddeq en 1953, el presidente elegido democráticamente, ni hablan del hecho de que enviamos especialistas en la tortura a entrenar a las fuerzas represivas del Shah. Tampoco estuvimos en el lado correcto de la historia cuando apoyamos las prácticas de segregación racial en Suráfrica. Y sin embargo, la candidata Clinton se jacta de las sanciones contra Irán lideradas por ella cuando era Secretaria de Estado, que causaron estragos terribles en la atención a la salud de los civiles en ese país.
Y ni hablemos del golpe de estado contra Zelaya en Honduras; aparentemente ese amor por los niños del que habla tanto la candidata Clinton es una generalidad que no se aplica a los verdaderos niños, ya sean hondureños, palestinos, o incluso los que llegan a diario a nuestras riberas, huyendo de la miseria de sus hogares destrozados por las prácticas racistas, colonialistas e imperialistas de los Estados Unidos.

Berta Caceres, activista ambiental hondureña asesinada en Honduras el 4 de marzo.
El apoyo a las acciones de ocupación, abuso, colonialismo, militarismo y segregación racial es inconcebible; lo que está llevando a cabo Israel contra Palestina es terrorismo a nivel del Estado. La pobreza, enfermedades y terror constante de las poblaciones ocupadas han sido condenadas universalmente. Las Naciones Unidas han hablado de la ilegalidad de los asentamientos y han presentado un montón de resoluciones de retiro de la ocupación que la Sra. Clinton se ha negado a apoyar.
Estoy muy de acuerdo con las declaraciones recientes del candidato Bernie Sanders, de que la Sra. Clinton no tiene las competencias necesarias para ser la próxima presidenta de los EE.UU.