¡Y hasta los pajarillos lo apoyan!

Acabo de leer un artículo genial sobre la forma en que las campañas demócrata y republicana nos están borrando de la ecuación… porque siempre hablan de que todos los que apoyamos a Bernie somos blancos… Y yo, por ejemplo, nunca jamás votaría por Hillary por apoyar todo lo bélico, el gobierno corporativo, el abuso de los pobres, y otras cosas por el estilo. De no ser por Hillary y la forma en que se inmiscuyó en el golpe de estado de Honduras, tal vez nuestra activista Berta Cáceres estaría aún con nosotros y con su pueblo lenca…

Para mí, estos partidos ahora están conspirando para elegir o a Hillary o a Donald Trump y hacer que el fascismo moderno triunfe.  El fascismo es una condición que afecta a nuestro país desde hace rato, es decir, una dictadura terrorista que ha sido lanzada y apoyada por los grandes monopolistas y financieros, . En estos momentos postreros del imperio capitalista, casi ha parado el movimiento obrero y cualquier movimiento por los derechos de ese 99% al que pertenemos casi todos.

Ya sabemos que el imperialismo como sistema está en estado de putrefacción. Hay una crisis permanente con altas y bajas en los mercados de valores que al final nos afectan más profundamente a las multitudes, ya seamos obreros, estudiantes, padres o madres, o jubilados. Vemos que nuestros dizque sistemas de la democracia cada vez funcionan menos… en el congreso las sesiones parecen cuestiones de circo, las fuerzas del estado comenten crímenes brutales contra las minorías de color y contra los pobres, y siempre todo termina en la impunidad abierta, descarada y abusiva. Y para qué vamos a hablar de un proceso electoral corrupto y bajo, que cada vez sirve para menos…

Pero lo que buscan estos fulanos es monopolizarlo todo en la política y en la vida real, desde el pan de cada día hasta la forma en que crías a tus hijos, el idioma que hablas, la cultura a la que perteneces, y que los sectores financieros más poderosos, los Koch y la familia de los Walton, entre otros dentro de este grupito de mandamases, sean dueños hasta de tus heces fecales.

Yo, como decía la gente en Cuba cuando ya estaban hartos con mayúscula y siglos de exclamación, me cago en la noticia y me limpio con el telegrama.